viernes, 10 de agosto de 2012

Pasta solar tricolor con setas y alcaparras.

Lazos tricolor Bio con setas Nameko en cocina solara parabólica.


La variante de uso que más me asombra y me divierte en el manejo de una cocina solara parabólica y que he experimentado hasta la saciedad, es la de horno con ayuda de una olla grande negra o unas bandejas de chapa esmaltada, en cuyo interior se puede hornear cualquier plato, sea vegetal, de carne o pescado, ya que alcanzamos sobradamente temperaturas superiores a los 200 ºC gracias al concentrador solar que lanza su chorro de fotones hacia el metal oscuro que hace de horno.


La pasta, por otro lado, es un ingrediente muy socorrido que se presta a combinaciones de todo tipo. Hoy he elegido unos lazos tricolor biológicos (500 gramos) y los he hervido en agua abundante en la cocina solar.

Luego de escurrirlos y verterlos calientes de la olla a la fuente de vidrio, sobre un chorro de aceite de oliva virgen extra, donde los voy a hornear, les he añadido un tomate frito casero y solar, 100 gramos de alcaparras y 150 gramos de setas Nameko, una seta exótica que ya viene en tarro, de textura gelatinosa y color marrón dorado. 


Encima de esa mezcla he colocado a modo de tapa 9 lonchas de quedo Edam tierno, un tomate de huerta rande en rodajas finas, unas aceitunas negras de Aragón de adorno y un puñado de orégano seco.  Todo ello lo he rematado con un chorro de aceite de oliva, lo he metido en la bandeja de hierro negra y tapado por la otra bandeja lo he colocado en mi cocina solar Alsol 1.4. 




El horneado y gratinado del queso, con un sol de agosto picante de mediodía, llevará 60 minutos, para que el plato coja la textura adecuada.  A los 30 minutos giro las bandejas 180 grados, para que el lado que estaba mirando hacia fuera, reciba la misma cantidad de calor que el lado interno. Esa maniobra es imprescindible, si queremos conseguir un resultado de horneado uniforme. 


Si contamos el tiempo del tomate frito solar, y que el cielo estuvo nublado media hora cuando hervía el agua para la pasta, el tiempo total de este plato llega a 150 minutos, pero el tiempo de atención humana no supera los 15 minutos.  Cocinar con el sol es una tarea muy cómoda y relajante. Y nunca me deja de sorprender cómo la comida se hace en silencio en una cocina solar. Es pura magia. 


Todos los procesos de cocción para conseguir este rico plato listo para 6-8 personas hambrientas, hubieran consumido 4 kWh de electricidad, por lo que hemos ahorrado casi un euro y sus correspondientes emisiones en G.E.I.  ¡Que aproveche! 





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