sábado, 17 de diciembre de 2011

Castañas asadas en cocina solar


Después de algunos días de obstáculos atmosféricos entre mi cocina solar y el Sol que nos alumbra en el cielo, dador de toda vida y fuente de toda la energía que nos mueve y hace pensar en lo maravilloso y asombroso que es el Universo, hoy las nubes se han alejado por el Sur, flotando en forma de estratocúmulos grises a 3 kilómetros encima del mar, convirtiendo un día desapacible en una tarde de Sol radiante. En seguida aproveché para hervir un par de litros de agua para unas tisanas y se me ocurrió, a las 4 de la tarde, que podría intentar asar unas castañas en la sartén castañera de hierro agujereado que tengo a tal efecto, salvo que hasta ahora no se me había pasado por la cabeza usarla en la cocina solar.  

Eché pues unas 25 castañas, previamente rajadas con un cuchillo afilado de cerámica (esto evita que explosionen) a susodicha sartén, busqué una tapa de vidrio y las puse en la parabólica alsol 1.4, buscando que el haz de llamas solares incidiera en el centro de la sartén por abajo y parcialmente por arriba, ya que el fuego solar venido del espacio haría su trabajo tanto por un lado como por otro. 

Para ello tuve que forzar el ángulo del parabol hacia abajo, como se puede apreciar en la imagen abajo: véase la sombra en la pared que indica la altura del Sol. Estos detalles de uso son importantes si queremos aprovechar bien la energía solar con ángulos bajos. 


De modo que la referencia para saber si estamos vocalizando ese chorro de fotones y rayos infrarrojos al lugar correcto, debemos agacharnos y ver el fondo del cacharro. 


En 5 minutos la sartén había alcanzado 288 grados en algunos puntos donde se concentraban rayos de Sol. La foto no es muy buena porque yo estaba en el suelo, y ciego por la luz.  

Por otro lado el detalle de la hendidura en la parrilla de la cocina solar alsol está muy bien pensado para que podamos colocar sartenes bajas.


Así que me dediqué a dar vueltas a las castañas igual que hubiera hecho al fuego de gas, pues es para lo que este tipo de sartenes están pensadas. Y aquí bien poco importa que se nos chamusquen un poco las pieles, pues es señal de que ha llegado calor. 


Bailando entre sombras de la tarde. 

Con una atenta asistencia cada 2-3 minutos volteando el contenido (levanto la tapa cogiendo el pomo de acero con un paño de cocina o manopla, y con una sola mano, asiendo el mango de hierro, meneo la sartén o la sacudo haciendo que las castañas salten cambiando de sitio y lado. 


Así, al cabo de unos 25 minutos las castañas estaban perfectamente asadas, y ¿cómo no?, si lo único que piden es calor, y éste les llega de sobra incluso en diciembre y prácticamente al atardecer. 


1 comentario:

  1. Hoy 26 de diciembre, a eso de las 12 h. he conseguido por primera vez asar unas castañas en Pamplona-Iruña con una cocina solar alSol 1.2 en la calle y en unos 40 minutos. Gracias por la idea.

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